Lo
que fuimos se agrupa en una masa de contenidos que la
nube se encarga de clasificar, desmenuzar y reconfigurar.
Ya no nos pertenece.
Cada
hecho deja marcas notorias como en los anillos de los
árboles, que se pueden leer pasado el tiempo y
luego, despojados de prejuicios, analizar su influencia
-negativa o positiva- sobre nuestras vidas o sobre la
sociedad misma.
Un
gran reservorio de experiencias que -usado adecuadamente-
nos serviría para evitar golpearnos la cabeza contra
la pared una y otra vez
A
modo de proyecto escolar recopilamos palabras que se repetían
en el tiempo. Las sacamos de periódicos, editoriales
y la mismísima web.
Con
los resultados hicimos varias nubes. Una general, que
abarca la línea de tiempo de nuestra trayectoria.
Otras con la visión de las distintas márgenes
de la grieta, tomadas en el día de hoy.
El
resultado es interesante, podemos ver -aunque los datos
superan la gráfica presentada- que una rueda macabra
nos tiene atrapados en un círculo vicioso que no
nos permite salir.
Situaciones
desgarradoras dan paso a reclamos sociales, que desembocan
en medidas improvisadas sin resultados visibles, para
terminar nuevamente en situaciones desgarradoras.
En
el medio de todos esos sucesos aparece un periodo de calma
que se asemeja al ojo del huracán y en el fondo,
mezclada con todo el maremagnum surge, tímida,
pequeña, pero entendible, la palabra "esperanza".
Y
como si nada... viene la decepción.
En
todo ese proceso perdemos vidas. Irrecuperables individualidades
que nunca volverán a estar con nosotros.
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