Un
día a alguien se le ocurrió la loca idea
de contarles a los demás lo que pasaba... y nació
el periodismo.
En nuestro caso pasamos de máquina en máquina,
de década en década, de formato en formato,
hasta que finalmente desembarcamos en la web, como muchos
otros.
La nube sirve para muchas cosas: algunas buenas, otras
malas y muchas inútiles. Podemos entretenernos,
divertirnos, instruirnos, informarnos, conectarnos, embrutecernos,
aislarnos y otras cosas más. Pero no podemos ignorarla.
Es lo que vino.
Hace 23 años vimos la ventanita que se abría
y nos tiramos de cabeza -sin ni siquiera mirar en que
piso estábamos- y cambiamos el plomo de la
linotipia por la PC, el canillita por el MODEM y fundamentalmente...
dejamos de transportar átomos para llevar bits.
La conectividad había llegado.
Como el hiperespacio no tiene centro, tampoco tiene periferia,
por lo tanto nada está lejos y nada está
cerca. Desde esa perspectiva nuestra escritura fue cambiando
condicionada por lectores que estaban a un par de cuadras,
como a miles de kilómetros. Perdimos un poco la
mirada local por lo global.
Los mayores de 50 entran a Facebook buscando en los cronistas
del 2000 lo mismo que sus madres encontraban en la vereda
mientras barrían. Estamos cursando un cambio cultural
profundo. Y la coexistencia es la clave.
Antes publicábamos una
carta de lectores que nos traía el correo, firmada
por un vecino... donde constaba su nombre, dirección,
DNI y teléfono. Hoy somos auditados e interpelados
constantemente por "Juanchi1987" experto en
critica anónima que tiro por la borda décadas
de correctísmo literario.
"Cuenta una vieja leyenda que los apaches del
viejo oeste estadounidense se oponían al paso del
ferrocarril por sus territorios, motivo que los llevo
a una feroz batalla para impedir su avance.
Una y otra vez se colocaban a su paso y una y otra vez
eran arrollados por el caballo de hierro que a toda velocidad
venia hacia ellos.
Después de un tiempo largo y de un duro y sangriento
aprendizaje, los apaches comprendieron que era más
lógico correr a la par y buscar el momento justo
para subirse al tren y combatir al enemigo desde adentro.
Un interesante razonamiento viniendo de un salvaje"
Terminaban
los noventa
Sin publicidad para sustentarse -mas o menos como hoy-,
sin banda ancha para trabajar y con los pocos recursos
tecnológicos al alcance de la mano salimos a pelear
el mercado.
Claro que igualmente eran demasiados si lo comparábamos
con la Léxicon 80, el grabador a cinta y el plomo
fundido con que contábamos allá por 1975
cuando comenzamos a contar las historias de un Escobar
que se debatía entre la tierra o el asfalto, entre
las lamparitas amarillas y la luz a mercurio, o entre
la guerra y la paz.
Hoy parece tan lejano el chirrido del moden de 300 baudios
que dudamos si alguna vez pudo existir. Ahora, múltiples
ventanas nos permiten administrar contenidos a tiempo
real mientras escuchamos nuestra FM preferida, todo por
la misma conexión y sin ocupar la línea
telefónica. Bendita ADSL.
En estas más de dos décadas, se nos fueron
muchas cosas queridas y aprendimos a querer otras nuevas
acompañando el fluir del tiempo. No todo lo que
se fue era malo como para reemplazar y menos para olvidar.
No todo lo que vino es mejor para aceptarlo calladito.
No se está reconstruyendo nada solo es el
tiempo que fluye y los pillos que se lo apropian.
Recordamos mejor los momentos que se asociaron con fuertes
emociones. Así quedaron grabados para siempre los
24 de marzo, los 2 de abril, los 10 de diciembre y también
entre muchos más y en menor medida este humilde,
pero para nosotros significativo 12
de abril.
Cada hecho nos recuerda que estamos acá, ni más
ni menos, que para contar historias de cosas que pasan.
Buenas o malas. Historias que de otra manera se pierden
o distorsionan con el tiempo. Historias que nunca serán
escritas en beneficio ni en perjuicio de nadie incluido
"Juanchi1987".
Debemos preservar un lugar donde puedan habitar todas
las voces, si no lo podemos lograr siempre tenemos la
posibilidad de bajar la cortina aprovechando la pandemia.
En última instancia terminamos siendo lo que no
pudimos contar.
Por eso quienes nos siguen, quienes nos conocen, saben
que escondida entre nuestras delirantes fantasías
y galimatías, siempre está la verdad.
Somos nosotros los que marcamos
el rumbo con nuestras acciones. Pero con el tiempo, terminan
ellas y el contexto definiendo nuestro camino.
"El periodismo puede ser una herramienta fundamental
para propagar ideas en tiempo de libertad. En tiempos
de autoritarismo debe ser combativo y si no tiene la fuerza
suficiente debe guardarse a silencio y no caer en las
manos del tirano".
NOTAS
RELACIONADAS
22º
aniversario de "El Sitio"
El
nacimiento de la Palabra Impresa
Un
aniversario muy particular Así
en la guerra como en la paz
DECLARADO: de
interés Municipal - dec. 462/99 - de interés Legislativo
- Resolución 1728/19 - (c) Hecho el deposito que establece la
ley Nº 11723 - RNPI Nº 915167 / 2011
- Ver. 3.0- 2019