La
Fiesta Nacional de la Flor nació en el año
1964 en el seno de una reunión del Rotary Club
de Escobar por iniciativa de uno de sus socios, el floricultor
local Arturo Brossio.
La
inauguración de la Fiesta fue fijada para el día
8 de Octubre, fecha en que se conmemora el aniversario
de la fundación del partido y el cierre, para el
lunes 12 de Octubre, día no laborable. Y como lugar
de la exposición el salón del Club Sportivo
Escobar, ubicado en la calle Colón entre Tapia
de Cruz y Ameghino.
Durante
el día anterior al arranque del evento, todos los
floricultores comprometidos se empeñaron en presentar
plantas y flores cortadas en forma tal que el público
pudiese apreciar la belleza del producto.
Prolijamente expuestas en floreros de vidrio, las flores
vistieron el salón y fueron el deleite de los visitantes.
La
inauguración fue traumática por distintos
motivos. Como no podía ser de otra manera, la lluvia
fue torrencial. Se cortó la energía eléctrica
y las autoridades nacionales y provinciales escaparon
a hurtadillas dejando a los organizadores plantados con
el lunch.
La
recaudación de esta primera muestra superó
el millón de pesos moneda nacional, suma que los
organizadores decidieron donar a la Cooperadora del Hospital
Erill. La primera Reina Nacional de la Flor fue la Srta.
Ester Yoshimiya.
En
1965, la fiesta arrancó con una canción
propia hecha por dos escobarenses que exaltaba los valores
de los trabajadores de la tierra, la zamba "Capital
de la Flor" con letra de Nicolás Carusso
y música del Rvdo. Maccina. En poco tiempo llegó
a todos los rincones del partido, siendo interpretada
por coros de colegios y varios conjuntos folclóricos.
Es importante reconocer el aporte de la profesora "Beba"
Costa, que con su coro supo mantener fresca en la comunidad
la zamba durante todo el año para que resurja con
fuerza en los días del festejo.
Sus
dos primeras celebraciones tuvieron lugar en el gimnasio
del Club Sportivo Escobar pero en 1966 se solicitaron
los galpones de la firma Domingo Completa e Hijos para
realizar la exposición.
En
1967 el lanzamiento de la 4a. Fiesta Nacional de la Flor
estuvo acompañada por la asunción de Don
Luís Juan Brusi, quien estuvo al frente de la presidencia
durante treinta años.
El
6 de Junio de 1968 el Presidente de la Nación Dr.
Arturo Illia, firmó el decreto Nº 7424/64,
mediante el cual daba el carácter de Nacional a
la Fiesta de la Flor.
Posteriormente, en 1970, se inició la construcción
de los dos primeros pabellones que constituyeron las bases
de actual Ciudad Floral, única en el país.
La
quinta fiesta se desarrollo en el flamante predio del
Centro Comunal y en la sexta alcanzo un notable desarrollo
en su parte comercial con stand sumamente elaborados y
hasta se instalo un circuito férreo que recorría
todo el predio donde los visitantes accedían a
un paseo en tren con una verdadera locomotora a vapor.
En
1977, al finalizar la primera etapa, la entidad contaba
con dos pabellones de 2.100 m2 cada uno, parquización,
decorado e iluminación en el Predio Floral, túnel
aéreo - el cual permitió el enlace de los
pabellones - un lago artificial y el Instituto de Florihorticultura
y Jardinería, inaugurado en 1978.
Entre
1979 y 1988, fecha en que se cumplieron las Bodas de Plata
de la Fiesta Nacional de la Flor, se pavimentaron los
pabellones -cubriéndose un total de 4.500 metros
cuadrados-, se incorporó una fracción de
11.000 metros cuadrados de tierra, se construyó
un muro perimetral de 220 metros de largo, sobre el cual
se preparó un rosedal con 1.800 ejemplares traídos
de Alemania, Holanda y Estados Unidos.
En
esa época se edificó el Carillón
de las Flores -único en el país- con 18
campanas de bronce que alcanzan un peso neto de dos toneladas
y se construyeron dos pabellones de 1.500 metros cuadrados
cada uno.
Dentro
de las numerosas obras efectuadas se sumó, además
la ampliación del lago artificial -con una cobertura
de 7.500 metros cuadrados-. Finalmente se construyó
una fuente de aguas danzantes junto al carillón
y se realizó, por primera vez, la elección
de la Reina Nacional Infantil del Capullo.
En
los años sucesivos, se finalizaron cada una de
las obras iniciadas, se construyó un galpón
y se remodeló el sector industrial. El 31 de marzo
de 1.996 Don Luís Juan Brusi cede su lugar a Telmo
Hisaki, floricultor nacido en Escobar, quien estuvo al
frente de la organización de la 33a Fiesta Nacional
de la Flor desde 1996 hasta el 2003.
A esta altura, la institución ya contaba con una
extensión de 170.000 metros cuadrados de parques
y jardines y cuatro pabellones que suman 7.200 metros
cuadrados.
En
2013 la fiesta cumple sus bodas de Oro y realiza un evento
especial donde se recuerda a todas las personas que pasaron
por la institución, desde reinas hasta colaboradores
en general.
Los
vaivenes políticos
Por
distintas razones, la institución tuvo que navegar
aguas turbulentas y no siempre salió sin algún
daño estructural.
En la gestión Brusi los militares hicieron un gran
aporte de mano de obra en la incipiente construcción
de la Ciudad Floral. Luego vino la intendencia del subcomisario
y las presiones desde Estrada y Asborno hicieron que la
presidencia de "Don Luís" llegara a su
fin.
En 1996 hace su arribo a la institución Telmo Hisaki,
reconocido floricultor, que tuvo que lidiar con "El
Tula", Menem, la farándula y la malaria económica
que apareció para quedarse.
A partir de 2004 asumió Tetsuya Hirose, hijo de
inmigrantes japoneses afincados en la zona, dedicados
desde siempre al cultivo de plantas para flores de corte
en un principio y luego plantas de interior.
En el final de la gestión municipal de Sandro Guzmán,
la institución apostó fuerte a la nueva
corriente política enviada desde Balcarce 50 y
lograron un vínculo de mutua colaboración
que aún se sostiene fuertemente.
Luego vino un contrato -con cláusulas de confidencialidad-
por el gerenciamiento de la fiesta que puso a la entidad
en un rumbo que sus fundadores jamás hubieran querido
ver.
El palco, la inauguración y la exposición mediática
siempre fue un imán para los políticos de turno que se
desvivían -y desviven- por estar en primera fila a cualquier
costo. Situación que siempre puso a la institución en
la trabajosa búsqueda del equilibrio justo para hacer
uso de ese poder sin terminar siendo usada por este. Algunas
veces lo logro, muchas no.
El Cierre
Cuando
estallan las luces, todos sabemos que la fiesta termina.
El reflejo muestra las sonrisas de quienes ingresan al
maravilloso mundo del reinado, la nostalgia de las que
terminaron su mandato, el cansancio de los que trabajaron
la tierra y sobre todo el asombro de los que se llevan
el recuerdo de todo lo visto.
Los pétalos comienzan a cerrarse despacio, cubriendo
el precioso tesoro. Se entregara a un largo y merecido
letargo para volver a florecer en la próxima primavera.
Como los hizo estos últimos años y como
lo seguirá haciendo mientras estas fértiles
tierras le sigan dando todos los nutrientes que necesita
para resurgir.
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