El
Decreto 96/2019 indica: "Prohíbase la adquisición
y uso por parte del Sector Público Nacional, en los
términos del artículo 8° de la Ley N°
24.156, de artículos y de artificios de pirotecnia,
de estruendo o sonoros en los eventos y/o espectáculos
que organice".
El
decreto alcanza a todos los actos públicos organizados
por la Nación. Es por eso que en el tercer artículo
invita a adherir a la norma a las provincias, a la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires y a las municipalidades.
Varios
municipios ya vienen aprobando ordenanzas para prohibir
la pirotecnia en sus distritos. Distintas ONGs de familiares
de personas con trastornos autistas vienen luchando por
una ley nacional que impida el uso de aquellos artículos
que producen ruidos de más de 84 decibeles. También
se suman a esa pelea los defensores de los animales y
el medio ambiente, mientras que desde la cámara
de fabricantes la presión no sede y afirman que
las restricciones impulsan la venta ilegal.
En la pasada semana, un miembro de CAEFA llamo telefónicamente
a un legislador local para interrogarlo sobre la situación
sobre el particular aduciendo que había recibido
quejas de sus asociados sobre los impedimentos para la
venta o distribución en el distrito. Cabe destacar
que este año, un conocido mayorista de Belén
cuyo local se encuentra a pocos metros del Hospital Erill
y que siempre se caracterizó por el abundante surtido
en material pirotécnico, no abrió al público.
Algunos barrios cerrados del distrito ya lo prohibieron
como norma interna y con buenos resultados comprobados
en esta noche buena.
Por último, a destiempo y con el solo fin del impacto
informativo, un comunicado del ejecutivo municipal de
Escobar anuncia con bombos y platillos que: "el intendente
Ariel Sujarchuk envió un proyecto de ordenanza
al Concejo Deliberante para prohibir la fabricación,
comercialización, tenencia y uso de pirotecnia
sonora en el partido de Escobar. La iniciativa fue presentada
este mediodía ante el cuerpo legislativo y será
tratada durante las próximas reuniones de comisiones
de enero y febrero".
Recordemos
que el año pasado para la misma época el
HCD local convocó a una urgente conferencia de
prensa sobre el tema para informar nada y asegurar que
la ordenanza de reglamentación de pirotecnia del
2018 no se aprobó para estudiarla bien el 2019.
Todo bajo la presión de la ciudadanía -principalmente
los jóvenes, familiares de personas con autismo
y asociaciones protectoras de los animales y medio ambiente-
que caminan varios pasos por delante de los gobernantes
y no aflojan en la lucha.
Aunque lento, porque los intereses son grandes, el
ruido y el negocio que lo alimenta se apagan pero no sin
antes dar batalla con todo su poderío.
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