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                      unos días nos encontramos con que los carpinchos 
                      llegaron nuevamente a los medios. Para una organización 
                      cómo Fundación Vida Silvestre Argentina, que 
                      lleva 44 años trabajando por un planeta en el cual 
                      los humanos vivamos en armonía con la naturaleza, 
                      siempre es un desafío lograr la atención pública 
                      para poder difundir la importancia de conservar y usar de 
                      manera sustentable el único planeta que tenemos y 
                      del que dependemos plenamente. Los carpinchos lo lograron. 
                      Se colaron en el corazón y los dispositivos de mucha 
                      gente y despertaron la empatía de gran parte de la 
                      ciudadanía. A los carpinchos ya debíamos 
                      agradecerles el control de la vegetación, la modelización 
                      del paisaje lacustre, la generación de mejoras en 
                      la condición del hábitat para muchas especies 
                      de animales y plantas y, a través de ello, la mejoría 
                      en la calidad del agua, entre otras tantas cosas. Pero como 
                      si eso fuera poco, ahora debemos agradecerles que lograron 
                      instalar con fuerza la importancia de conservar su hábitat, 
                      es decir los humedales de nuestro país.  
                       Estos 
                        nuevos influencers reaparecieron reclamando su hábitat 
                        original y mostrando que, a pesar de que los humanos nos 
                        empeñamos en dominar y controlar la naturaleza, 
                        la misma se abre paso y se recupera en cada espacio y 
                        en cada momento en el cual se le presenta una oportunidad. 
                        En ese reclamo nos permitieron explicar a la gente aspectos 
                        de su biología, de su ecología, de su rol 
                        en la naturaleza y de sus pautas de comportamiento. Inclusive 
                        abrieron una ventana de oportunidad para posicionar la 
                        importancia de contar con una Ley de protección 
                        y uso sustentable de los Humedales, tipo de ambientes 
                        en los cuales generalmente se desarrollan también 
                        barrios privados. 
                      Hace 
                        al menos una década, un importante sector de la 
                        sociedad argentina solicita a sus representantes que legislen 
                        los presupuestos mínimos para planificar el uso 
                        y conservación de estos ambientales vitales, de 
                        los cuales no solo depende la vida de los carpinchos, 
                        sino también la supervivencia de la humanidad. 
                        No en todos los humedales del país pueden vivir 
                        carpinchos, pero todos los humedales ofrecen almacenamiento 
                        y purificación de agua dulce, acumulación 
                        de carbono, hábitat para la fauna y la flora y 
                        recursos de todo tipo para la alimentación y la 
                        producción de comunidades locales, pueblos originarios 
                        y habitantes de ciudades. 
                      En 
                        2013 y 2016 la cámara de Senadores de la Nación 
                        logró la media sanción de una Ley de Humedales. 
                        Pero, en ambas oportunidades, los proyectos perdieron 
                        estado parlamentario al no ser tratados en Diputados. 
                        En noviembre de 2020, la mayoría de los diputados 
                        de la Comisión de Recursos Naturales y Conservación 
                        del Ambiente Humano de la Cámara de diputados aprobaron 
                        un nuevo proyecto, basado en el análisis de 10 
                        proyectos de diferentes autores. Para obtener sanción 
                        de esta cámara, las comisiones restantes deben 
                        tratarlo y aprobarlo para luego ser votado en el recinto. 
                        Si esto no ocurre, por tercera vez la iniciativa perdería 
                        estado parlamentario y habrán pasado 8 años 
                        sin dar solución a la conservación de los 
                        humedales argentinos. En 8 años pueden nacer y 
                        morir dos generaciones de carpinchos. Con 
                        el objetivo de honrar la vida de estos magníficos 
                        animales solicitamos enfáticamente a los Diputados 
                        Nacionales que no permitan que se les "escape el 
                        carpincho" y avancen en el tratamiento de esta ley 
                        antes de finalizar el año 2021, para evitar que 
                        la misma pierda estado parlamentario. Si así no 
                        lo fuera que la patria, y los carpinchos, se lo demanden. 
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