El intendente Ariel Sujarchuk, junto al
gobernador Axel Kicillof, inauguró la segunda base
operativa del Grupo de Prevención Motorizado (GPM)
en el distrito, con el objetivo de reforzar la seguridad
en Maquinista Savio y en todo el partido de Escobar.
Con una inversión municipal de
$200 millones, esta nueva posta policial fue posible gracias
a la colaboración con el gobierno provincial, que
aportará 18 efectivos y 9 vehículos para
el personal motorizado. Estos agentes se sumarán
a otros 18 que ya operan desde la base de Ingeniero Maschwitz,
activa desde septiembre de 2020, alcanzando así
un total de 36 efectivos especializados en ambas sedes
del GPM.
La nueva base cuenta con 60 metros cuadrados
de superficie cubierta, más un sector semicubierto
de 30 metros cuadrados destinado a alojar varias unidades
motorizadas. Las instalaciones también incluyen
áreas de descanso, sanitarios y oficinas administrativas,
brindando un espacio integral para el personal policial.
Esta obra se enmarca dentro de las políticas
públicas de seguridad y prevención impulsadas
por el Municipio, que este año prevé una
inversión total de $16 mil millones. Entre las
iniciativas destacan la incorporación de inteligencia
artificial, teléfonos con geolocalización
y cámaras corporales portátiles (bodycams).
Además, Sujarchuk anunció recientemente
el proyecto de crear una Guardia Urbana y Policía
Municipal, equipada con armas no letales, para focalizarse
en la prevención del delito, la atención
de emergencias y la seguridad vial. Dicho proyecto ya
ha sido enviado al Concejo Deliberante y presentado en
la Legislatura Provincial por el diputado Leo Moreno.
Contexto provincial
No obstante, las cifras publicadas por
el Ministerio Público de la provincia de Buenos
Aires evidencian un panorama preocupante. En 2023, los
homicidios aumentaron un 14,8% respecto al año
anterior, con un total de 822 víctimas. De estas,
el 84,4% eran hombres y el 15,6% mujeres, y más
de la mitad de los crímenes fueron perpetrados
con armas de fuego. Los homicidios en ocasión de
robo se incrementaron en un alarmante 56%, mientras que
otros delitos, como el hurto agravado de vehículos,
también registraron un aumento del 23,5%.
El incremento general de delitos denunciados
en territorio bonaerense es del 12,1%, con un foco particular
en el tráfico de estupefacientes, especialmente
en la zona oeste del conurbano, lo que evidencia un desafío
creciente para las autoridades.
Operativos contra el narcotráfico
En respuesta, las fuerzas de seguridad
han intensificado sus acciones contra las organizaciones
delictivas. Gracias a investigaciones impulsadas por el
Ministerio de Seguridad, junto con la Policía Federal
Argentina, se desarticularon dos bandas narco, una "cocina"
de cocaína y varios búnquers en las provincias
de Buenos Aires y Entre Ríos. En estos operativos
se detuvo a 19 personas, incluidos los cabecillas, y se
incautaron más de 20 kilos de drogas, armas de
fuego y grandes cantidades de dinero en efectivo.
La primera red, liderada por un ciudadano
peruano, fue desmantelada tras una serie de allanamientos
en Grand Bourg, Escobar, Garín y otros puntos del
área metropolitana. En los operativos se incautaron
tres kilos de cocaína, 16 kilos de sustancia de
corte, 300 litros de ácidos y múltiples
herramientas utilizadas para el procesamiento de la droga.
La segunda organización fue desarticulada en José
C. Paz, donde fueron detenidos seis integrantes, entre
ellos los líderes. Además de cocaína
y marihuana, se secuestraron armas, municiones y dinero
en efectivo.
Por último, en Entre Ríos,
agentes de la División Antidrogas Concordia desmantelaron
tres kioscos de venta de drogas y detuvieron a dos personas,
incautando más de 50 envoltorios de cocaína
listos para su distribución.
La raíz del problema
A pesar de los esfuerzos constantes por
parte de las autoridades, las estadísticas de inseguridad
siguen mostrando un panorama desalentador. Las cifras
no solo reflejan la persistencia del problema, sino también
una creciente sofisticación de los delincuentes,
quienes operan con mayor violencia e impunidad. Aunque
las acciones policiales parecen atacar eficazmente los
efectos, la raíz del problema sigue generando nuevas
generaciones de individuos dispuestos a ocupar los lugares
de aquellos que caen.
Para lograr una verdadera transformación
en la seguridad, es crucial no solo continuar con las
medidas de prevención y represión, sino
también trabajar en políticas a largo plazo
que aborden las causas subyacentes de la criminalidad.
Sin una solución integral que incluya educación,
inclusión social y empleo, seguiremos enfrentándonos
a un ciclo interminable de violencia y delincuencia.
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