La RAMCC, fundada en 2010 y con la participación
de más de 300 municipios de todo el país,
tiene como objetivo coordinar la planificación
y ejecución de políticas ambientales a nivel
local. Este acuerdo permite a Escobar implementar medidas
como un plan de acción climática, realizar
inventarios de gases de efecto invernadero y colaborar
en proyectos que buscan la reducción de emisiones,
entre otros.
Si bien los acuerdos y convenios son pasos
necesarios, resulta fundamental que se transformen en
acciones visibles y tangibles. La RAMCC, en sintonía
con los objetivos del Pacto Global de Alcaldes por el
Clima y la Energía, plantea tres ejes principales:
la mitigación del cambio climático, la adaptación
a sus efectos adversos y el acceso a energía limpia.
Sin embargo, es necesario preguntarse si estas iniciativas
realmente llegan a la gente, si logran impactar en la
vida cotidiana o si, por el contrario, quedan como declaraciones
sin aplicación efectiva.
El desafío del cambio climático
no puede depender solo de grandes firmas o ceremonias
bien publicitadas; requiere de una voluntad política
firme y, sobre todo, de la participación activa
de la comunidad. Las verdaderas transformaciones vendrán
cuando los ciudadanos no solo vean a sus gobernantes firmar
papeles, sino que sientan cómo las políticas
se reflejan en su día a día: en la reducción
de la contaminación, en el uso eficiente de los
recursos y en la adopción de energías renovables.
Es innegable que la RAMCC abre una puerta
a la cooperación entre municipios y a una estrategia
más coordinada. Sin embargo, lo que está
en juego no es solo el futuro del medioambiente, sino
la urgencia del presente. Hoy más que nunca, es
necesario que estas acciones de sostenibilidad se aceleren,
porque el cambio climático no espera.
|