A primera vista, el gobernador señala
al Presidente Javier Milei como responsable de una "decisión
criminal" al detener la obra pública nacional.
Pero en el telón de fondo no hay solo crítica:
hay estrategia, alineamiento, internas partidarias y hasta
candidaturas en juego. Porque si algo quedó claro
en San Martín y en el HCD de Escobar -durante al
4ta sesión ordinaria- es que la campaña
está lanzada. No solo contra Milei.
Cuando la obra pública
es rehén de la política
La obra pública en la Argentina siempre ha sido
una herramienta de doble filo: desarrollo o disciplinamiento.
En este caso, los intendentes -entre ellos el interino
de Escobar, Carlos Ramil- repiten el mantra del gobernador
mientras denuncian que Nación les soltó
la mano.
Pero no renuncian a la épica: "Nosotros no
ponemos excusas", dicen, mientras gestionan con fondos
municipales. Aunque el mensaje no disimula el oportunismo.
¿Dónde estaban esos reclamos antes de que
comenzara la campaña?
¿Todos contra todos
o todos contra nosotros?
En el escenario nacional, Milei hace lo que prometió:
recorta a fuerza de motosierra, desprecia la obra pública
y apunta su discurso contra la "casta". Del
otro lado, un peronismo herido intenta reagruparse con
un mensaje que mezcla apocalipsis y nostalgia, con la
figura del papa Francisco como estandarte moral y emocional.
Mientras tanto, Cristina Kirchner coquetea con una nueva
candidatura, y Mauricio Macri reaparece para marcarle
la cancha al presidente libertario.
Pero en esa batalla de egos, la realidad
queda en pausa. Los barrios sin cloacas, las rutas sin
terminar y los hospitales sin abrir no distinguen colores
partidarios. Y en el medio, nosotros: los ciudadanos,
los votantes, los que no tenemos tribuna ni pancarta.
Los que seguimos esperando.
La campaña está instalada. El gobernador
contra el presidente. El presidente contra todos. Y todos,
al final, contra nosotros.
"La política debería ser el arte de
construir puentes. Pero acá, cada vez que se pelean,
dinamitan el que estamos cruzando."
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