La sostenibilidad es esencial para garantizar
que los recursos naturales se utilicen de manera responsable,
conservando la biodiversidad y asegurando un futuro próspero
para la humanidad y todas las formas de vida en el planeta.
El desarrollo económico y la comodidad humana han
llevado a una explotación desmedida de nuestros
recursos naturales y una indiferencia hacia la biodiversidad
que sustenta toda forma de vida en la Tierra. Como resultado,
el hombre se ha convertido en el lobo del hombre, ignorando
las consecuencias de sus acciones y amenazando el equilibrio
ecológico del planeta.
Las siguientes serían las premisas fundamentales
a seguir, no ya para evitar una crisis mundial que nos
golpea la puerta, sino por lo menos para minimizar los
daños que sufrirán las generaciones futuras
y principalmente los individuos mas vulnerables.
1 - Energías Renovables (solar, eólica,
hidroeléctrica, geotérmica, etc.)
Las energías renovables pueden reducir la dependencia
de los combustibles fósiles y las emisiones de
gases de efecto invernadero.
2 - Agricultura sostenible:
Las prácticas agrícolas que minimicen el
uso de pesticidas y fertilizantes químicos, promuevan
la biodiversidad y conserven la calidad del suelo.
3 - Conservación de recursos naturales:
La protección de los bosques, los océanos
y la fauna silvestre. Cómo la deforestación,
la sobrepesca y la pérdida de hábitats afectan
la vida en el planeta.
4 - Gestión de residuos:
La importancia del reciclaje, la reducción de residuos
y la reutilización podrá minimizar el impacto
ambiental de los desechos humanos.
5 - Consumo responsable:
La idea es un consumo más consciente y responsable.
Somos una sociedad que derrocha demasiado y no tiene una
cultura del cuidado de los recursos finitos porque nadie
la educo al respecto.
6 - Desarrollo urbano sostenible:
Las ciudades pueden planificar su crecimiento de manera
sostenible, incluyendo el transporte público eficiente,
el diseño de edificios ecológicos y espacios
verdes. Últimamente proliferaron desarrollos urbanísticos
con alto impacto en zonas de humedales, alterando el ecosistema
en forma alarmante.
7 - Conciencia y educación:
La conciencia pública y la educación pueden
jugar un papel crucial en la promoción de un estilo
de vida sostenible. La escuela, campañas y ejemplos
concretos pueden abrir el camino a un futuro de mayor
conciencia y responsabilidad con el entorno.
En 1955, el entonces presidente de los Estados Unidos,
Frankling Pierce, propuso al Jefe indio Seattle, de la
tribu de los Suwamish, comprarle los territorios que estos
poseían desde tiempo inmemorial en la zona que
hoy constituye el estado de Washington. La respuesta de
Seattle al ofrecimiento presidencial hace gala de una
ejemplar humildad y, al mismo tiempo, una gran dignidad.
Además de ser una de las primeras manifestaciones
de lo que hoy llamamos "ecología", es
seguramente la más bella y más profunda
defensa de la naturaleza, la más poética
y clarividente exhortación al cuidado y a la preservación
del medio ambiente.
8 - Acción gubernamental e internacional:
De nada valen los esfuerzos colectivos sin el apoyo de
instituciones y organismos gubernamentales. Podemos en
casa separar la basura pero si cuando la sacamos el camión
la pone toda junta no sirve. Tampoco si pasa un camión
recolector para residuos separados, pero en la casa pusimos
todo en una sola bolsa. Esto es un trabajo en conjunto.
9 - Tecnología y desarrollo sostenible:
La innovación tecnológica puede contribuir
a la vida sostenible en el planeta, desde soluciones de
energía limpia hasta avances en la conservación
del agua y la agricultura. Paradójicamente, el
destinatario de todos los avances de la humanidad es hoy
quien mas se ve afectado por los cambios negativos en
el medio ambiente. El de pocos recursos vive y come de
y sobre basurales. El de mayores recursos respira aire
contaminado y come bifenoles policlorados, pesticidas
y otras calamidades. En síntesis, a todos les llega
en mayor o menor medida.
10 - Desafíos y obstáculos:
Por último, hay desafíos que enfrenta la
implementación de la vida sostenible en el planeta,
como intereses económicos, barreras políticas
y resistencia al cambio.
En el camino, nos encontramos con muchos obstáculos
que exige un enfoque riguroso y científico, pero
también una dosis de pragmatismo, fuerza y, sobre
todo, sinceridad.
Llego el tiempo de convertirnos de espectador a protagonistas.
No queda otra y nuestro reclamo quizás deba de
ir acompañado con voz elevada.
La sostenibilidad debe ser abordada no solo como un objetivo
a alcanzar en términos científicos y técnicos,
sino como una causa que despierte pasión y empatía
en cada ser humano. Nuestra supervivencia como especie
y la protección de todas las formas de vida en
este hermoso hogar que llamamos Tierra dependen de ello.
De otro modo este globo azul terminará siendo un
cascote árido girando solo en la oscuridad del
espacio.
No podemos permanecer indiferentes ante la pérdida
acelerada de bosques, la degradación de los océanos,
la extinción de especies y el cambio climático
que ya afecta a millones de personas en todo el mundo.
De hecho muchos ya lo hacen, pero debemos ser más
y no quedarnos con las acciones domesticas en la intimidad
de nuestras casas.
Es hora de despertar esa fuerza interior que nos impulse
a actuar, a tomar decisiones responsables en nuestras
vidas diarias y a exigir cambios significativos a nivel
político y empresarial. Debemos educarnos y educar
a otros, fomentando la conciencia y la comprensión
que cada elección que hacemos, cada consumo que
realizamos y cada acción que emprendemos tiene
un impacto en el planeta y en las generaciones futuras
(El efecto mariposa en toda su expresión).
La lucha por la vida sostenible no es solo una cuestión
científica o de políticas públicas;
es una cuestión de corazón y alma. Es el
llamado a proteger y preservar el regalo más preciado
que hemos recibido: nuestro hogar, lleno de biodiversidad,
maravillas naturales y la capacidad de sustentar vida
en todas sus formas. Al reconocer que el hombre es el
lobo del hombre, también debemos encontrar la compasión
y la empatía que nos permitan ser el guardián
que protege y cuida, en lugar de destruir y agotar.
Conclusion
Solo al unir la razón con la emoción y el
rigor científico con la pasión, podremos
cambiar el rumbo y construir un futuro sostenible para
las próximas generaciones. La elección es
nuestra, y debemos hacerla con valentía y determinación.
El momento es ahora, porque no hay más tiempo.
Si no hacemos algo, el futuro estará seriamente
comprometido. Si hacemos algo urgente no tenemos la seguridad
que el problema quedo solucionado, pero lo que es seguro
que cuando pase, el impacto sobre los más desprotegidos
será menor.
No sabemos qué curso siguió
la negociación entre el "Salvaje" y el
"Gran Jefe", si en cambio conocemos todo lo
que en estos 170 años, los civilizados hemos venido
haciendo -en todo el planeta- con esa tierra, con ese
aire, con esos ríos, con esos bosques, con esos
animales sobre cuyo destino el jefe piel roja nos hacía
tan hermoso llamado de atención: " (
)
Cuando la sangre de tus venas retorne al mar, y el polvo
de tus huesos vuelva al suelo, quizás recuerdes
que esta tierra no te pertenece a ti, sino que tu perteneces
a la tierra".
Fuentes del contenido:
OMS, ONU, WWF, National Geographic Society de Estados
Unidos y Global Footprint Network - Ilustración
ChatGPT
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