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El pasado 8 de octubre de 2025, en coincidencia
con el 66° aniversario del Partido de Escobar, el
Honorable Concejo Deliberante realizó su Octava
Sesión Ordinaria del período.
En esa jornada se aprobó que el boulevard de la
avenida San Martín, entre Las Hortensias y Fiesta
de la Flor, lleve el nombre de "Luis Agustín
González", excombatiente de Malvinas y vecino
entrañable de Escobar.
En el recinto acompañaron la votación su
esposa, su hermana y sus hijos.
El pedido de la familia
El 30 de julio de 2025, los hijos de Luis -Marco Agustín,
Gastón Luis y María Daniela- presentaron
una nota dirigida a las autoridades del Centro de Veteranos
de Guerra y del Municipio de Escobar, solicitando que
el nuevo boulevard lleve el nombre de su padre.
En la fundamentación, recordaron su trayectoria
como ciudadano profundamente comprometido con la comunidad.
La familia destacó, además, que el boulevard
se encuentra cerca de su domicilio, reforzando el vínculo
emocional con un espacio que formó parte de su
vida cotidiana.
"Honrar su nombre en el espacio público -escribieron-
es una manera de mantener viva la llama de la memoria
colectiva."
Su historia
Luis Agustín González nació en Belén
de Escobar el 16 de mayo de 1962. Prestó servicio
como conscripto en el Batallón Logístico
N.º 10 de Villa Martelli durante la Guerra de Malvinas,
donde, pese a no estar obligado a participar del frente,
se ofreció como voluntario.
Combatió en Moody Brook, ex cuartel de los Royal
Marines, cumpliendo tareas logísticas esenciales
en condiciones extremas.
Por su desempeño fue condecorado por el Congreso
Nacional y recibió múltiples reconocimientos
a lo largo de su vida:
-Medalla y diploma de la Asociación de Entidades
del Partido de Escobar (1982).
-Medalla de reconocimiento del Honorable Concejo Deliberante
(1992).
-Declarado Ciudadano Ilustre (2007).
-Reconocido por su vocación de servicio por la
Municipalidad de Escobar (2022).
Además, fue miembro fundador y presidente (1995-2000)
del Centro de Veteranos de Guerra de Escobar, institución
a la que dedicó años de trabajo y compromiso.
Casado con Celia Noemí Haupt, fue padre de tres
hijos y un referente querido en su barrio y en su entorno
laboral.
Recuerdos de la guerra
en tiempos de paz
Con el tiempo, Luis dejó de ser para mí
"el veterano de Malvinas" para convertirse en
un amigo al que podía ver cotidianamente en la
oficina de prensa del municipio.
Cuando el trabajo lo permitía, compartíamos
un mate y, entre sorbo y sorbo, me relataba historias
de la guerra. Relatos que atrapaban, no solo por su crudeza,
sino por la certeza de estar frente a un testigo directo
de aquello que muchas veces la historia oficial no alcanza
a contar.
Cada charla era una mezcla de memoria y catarsis: una
forma de ponerle palabras al silencio que la guerra impone
incluso muchos años después de haber terminado.
La última trinchera
Conocí a Luis González como veterano de
guerra, pero luego supe que era mucho más que eso:
un hijo querido, un esposo amoroso, un padre presente
y un vecino solidario.
Cada vez que pasen por su boulevard -el suyo, el de todos-
puede que, en el fondo, se escuche el resonar de los bombardeos
nocturnos o las corridas hacia las trincheras.
Es porque estarán caminando sobre la memoria de
un hombre que volvió del infierno y eligió
abrazar la vida, dejando atrás los fantasmas para
abrir paso a un futuro más luminoso.
Porque, sin olvidar las pérdidas, Luis supo hacer
de sus días una ganancia y, de su ejemplo, un legado
para todos los que lo conocieron.
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