Política
/ N. de R. / Escobar, 17 de Mayo de 2013
Murió
Jorge Rafael Videla
El
Símbolo del mal
Aunque
me digan que este no es un muerto cualquiera, en última
instancia es ahora solo eso, un muerto mas que pasa a engrosar
las necrológicas, pero reconozco que en vida supo
encarnar, por merito propio, el mal en su máxima
expresión.
de @jorgecarusso
para @escobarsite
"No
me puedo alegrar con la muerte de Videla porque de hacerlo
me parecería a él"
Conocí
a Videla allá por septiembre del 76 ó 77,
no puedo precisar a esta altura de los tiempos precisamente
en cual de los años. Fue para la inauguración
de la Fiesta Nacional de la Flor.
Luego del acto protocolar, se realizó la recorrida
por los pabellones. Recuerdo perfectamente ir caminando
a solo unos pasos por detrás de la comitiva. Junto
a él estaba Luis Brussi , incondicional anfitrión
que supo recibir importantes recursos por parte de las fuerzas,
por aquel entonces gobernantes.
Éramos
pocos los que cubríamos el evento. Cerca de mi estaba
la emblemática fotógrafa Elsa Serrano
En
uno de los serpenteos que hacen los caminos dentro de los
pabellones, me adelanto y quedo frente al militar devenido
en presidente... cara a cara.
Estaba vestido con ropa de civil, Pelo engominado, bigote
recortado y muy prolijo en todo su atuendo.
Resaltaba
del entorno sonriente por su actitud inexpresiva, fría
e inanimada. No despertaba nada. Solo su mirada penetrante
hacia notar que estaba ahí.
Levanté
la Agfa Sillete y "dispare" una toma, solo una,
porque la custodia me desplazó de inmediato.
Pude congelar un momento de nuestra historia. Uno de
tantos que después ronda nuestra mente sin encontrar
donde fijarse.
Con el tiempo perdí la foto... pero tiene poca importancia
si nos ponemos a pensar en todo lo que hemos perdido.
El
pasado 24 de marzo, en circunstancias de la inauguración
de la Plaza de la memoria - dicho de paso recordamos que
fue una iniciativa del concejal Javier Pérez pero
se olvidaron de nombrarlo - pudimos hablar con el intendente
y casualmente, como hecho premonitorio, le pregunto si estábamos
libre de hechos de autoritarismo y desde una óptica
particular sostuvo que: "debemos dejar que la naturaleza
haga su trabajo...".
Pero
no basta con que la naturaleza haga su trabajo, porque desmalezar
de plagas va más allá de un trabajo natural.
Nuestra pasividad puede ser peligrosa.
Aquel
que supo tener la vida y los bienes de los argentinos en
su mano terminó sus días como cualquier mortal.
Me equivoco, cualquier mortal que supo cultivar valores
expira rodeado de sus seres queridos y amigos.
¿Habrá
peor castigo que morir solo?
Me
pregunto que habrá pensado o soñado este personaje
siniestro de nuestra historia contemporánea en la
soledad de su celda. ¿Habrá muerto realmente
solo o por el contrario en su derredor, miles de almas atormentadas
acompañaron su encierro hasta el último minuto
de su vida?
Nunca sabremos los secretos que se llevó a la tumba
y esa es nuestra batalla perdida, aunque en definitiva él
y todo lo que representa perdió la guerra. Bueno...
es lo que espero.
Cuenta
la historia criminalística británica que un
asesino serial había sido condenado pero nunca pudieron
lograr que confesase que había hecho con sus victimas.
Ya en la cárcel sus gritos escalofriantes retumbaban
en cada rincón de la fría y oscura estructura
carcelaria. Pasado un tiempo terminó atado a una
cama de un hospital psiquiátrico. Su tormento lejos
de terminar se agudizo significativamente, hasta que un
día exhausto confesó. Una a una las victimas
fueron localizadas, identificadas y restituidas a sus seres
queridos.
Ya tranquilo retornó a la soledad de su celda. Cuenta
su carcelero que días antes de morir el asesino le
confiesa que los fantasmas de sus victimas lo visitaban
diariamente, rodeando su cama y pidiéndole que diera
el paradero de sus cuerpos.
¿Como
pudo Videla vencer los fantasmas del pasado? ¿Será
su compulsiva lectura de libros sagrados que lo abstraía
llevándolo a lugares imaginarios? O por el contrario,
sí fue visitado, pero a diferencia del convicto británico
su horror no permitía arrepentimiento y los fantasmas
se fueron con él para darle tormento eterno.
El
autoritarismo deja marcas en nuestro ADN social que florece
cuando las condiciones lo permiten. Un Caballo de Trolla
cargado con lo peor de la especie humana que una y otra
vez aparece a lo largo de la historia.
El autoritario, inseguro y pobre de argumentos, necesita
que el otro "desaparezca" para no oponer residencia
a sus arbitrariedades. Ya sea con armas, con dinero o con
tácticas psicológicas.
Nos arrinconan con discusiones binarias obligándonos
a tomar partido en cruzadas que desconocemos por completo.
Siempre el fantasma de algún hipotético enemigo
que viene por nosotros justifica su accionar.
¿Acaso
estamos seguros que con Videla muere el autoritarismo?
Nada
empezó ni termina con Videla. Es solo una de las
caras del autoritarismo. Si no nos queda claro esto corremos
el riesgo de bajar la guardia. De no tomar en cuanta los
alerta que emite el sistema.
La naturaleza hará su trabajo, de eso estoy seguro.
Pero mientras ella se lleva las hojas secas del autoritarismo
nosotros debemos plantar semillas de tolerancia para las
nuevas generaciones. Solo así podremos ganarle a
los falsos predicadores que con el relato en una mano y
el garrote en la otra nos dicen como vivir.
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