Nota
publicada el 9 de Julio de 2010
La
hazaña del GC-83 "RIO IGUAZU"
Raúl
Ibáñez, héroe de Malvinas
por @jorgecarusso
Terminado
el oficio religioso que efectuara el padre Luis Grassi en
la Parroquia de Matheu por la conmemoración del día
de la Independencia, la comitiva que estaba reunida en el
lugar se dirigió hasta el palco oficial.
Junto a mi fue caminando Raúl Ibáñez,
luciendo su impecable traje de gala como la circunstancia
lo amerita.
El sol radiante de una hermosa mañana de invierno
se reflejaba victorioso en el pecho de este ex combatiente
que hinchado de orgullo se veía cubierto de medallas.
Cuenta
la historia que el 6 de abril de 1982 zarparon de Buenos
Aires, afectados a las operaciones en Malvinas, los Guardacostas
GC-82 "ISLAS MALVINAS" y el GC-83 "RIO IGUAZU".
Aunque por sus características estructurales y autonomía,
no estaban preparados para una navegación oceánica
de esa envergadura, las dos naves se dirigieron al teatro
de operaciones.
Arriban a las islas el 13 de ese mes, tras romper el día
anterior el bloqueo militar aeronaval impuesto por los ingleses
y el asedio de un submarino nuclear.
La travesía que ya fue una hazaña en sí
misma dadas las terribles condiciones meteorológicas
que enfrentaron por 600 millas de mar abierto, en medio
de una furiosa tormenta, con olas de siete metros.
Llevaron
a cabo, entre otras, las tareas de acompañamiento
en navegación a buques de bandera Argentina, practicaje
de buques nacionales a través de la zona minada en
el acceso a Puerto Argentino, apoyo y logística,
patrullajes de reconocimiento casi permanentes, diurnos
y nocturnos, en la bahía interior de Puerto Argentino
y en la bahía exterior (Puerto Groussac), tareas
de búsqueda y rescate, especialmente de los pilotos
que se eyectaban de sus aviones y caían al mar.
Armados con dos ametralladoras Browning calibre 12,7 mm.
montadas en popa sobre ambas bandas, cada uno de ellos navegó
más de 1500 millas entre las islas, con tripulación
propia y a veces con buzos tácticos que realizaban
tareas de su especialidad con el apoyo de nuestras naves.
Bajo
el mando del Subprefecto Eduardo Adolfo Olmedo, el guardacostas
"Río Iguazú", zarpó el 22
de mayo muy temprano con destino a Puerto Darwin transportaba
personal y material del Ejército Argentino (Dos cañones
desarmados de una tonelada cada uno), cuando a las 8.25
horas, fue atacado por dos aviones Sea Harrier, con fuego
de sus dos cañones de 30 mm, que produjeron mortales
averías en el casco.
Al repeler la embestida con fuego propio, perdió
la vida el Cabo 2º Julio Omar Benítez.
Aunque los motores seguían funcionando, el Cabo 2º
Raúl Ibáñez tuvo que subir a cubierta
por que la sala de máquinas se inundaba.
Olmedo le da instrucciones que dejara las bombas de achique
funcionando solas, que el trataría de encallar el
buque contra unas rocas.
Ibáñez nos narraba que el agua de la perforación
hecha por el disparo de Harrier golpeaba el techo del compartimiento
de la sala de máquina.
Al ver a su compañero muerto, Ibáñez
lo sacó de su puesto desatando la correa que lo sujetaba
a la ametralladora y al grito de Subprefecto Eduardo Olmedo
"Hacelo Mierda" espera que el Harrier se acomode
desde atrás por la estela del buque y es entonces
cuando nuestro humilde vecino de Matheu entra a la historia
por la puerta reservada para los verdaderos héroes
que en los momentos extremos evidencian la vocación
de servicio y el arrojo por encima de cualquier mezquindad.
El
Harrier venía a dar el golpe de gracia a un pequeño
y casi inofensivo enemigo, pero se encontró con una
obsoleta ametralladora empuñada por el Cabo 2º
Raúl Ibáñez que no tenía intenciones
de entregarse fácilmente.
La
ráfaga de municiones de la ametralladora Browning
calibre 12,7 mm le pego de lleno y el avión "SEA
HARRIER" serie ZA192 del Escuadrón 800, tripulado
por el Capitán de Corbeta Batt paso humeando a metros
de las antenas del Guardacostas, dio un leve giro y cayo
al mar, convirtiéndose en el único Sea Harrier
abatido por una unidad de superficie. El otro en primera
instancia intento atacar pero luego tomo una acción
evasiva dándose a la fuga posiblemente hacia el portaaviones
"Hermes".
Resultaron heridos en la acción el Oficial Principal
Gabino 0. González, el Ayudante de 3ra Juan José
Baccaro y el Cabo 2º Carlos Bengochea.
Prácticamente
inutilizado, el buque fue embicado en una isla al este de
Puerto Darwin, donde bajaron las pocas pertenencias, el
cuerpo de Benítez y los heridos. Pasaron mas de un
día hasta que los vio un helicóptero y les
hizo seña que esperaran.
Luego otro los vino a rescatar pero no quería llevar
los bolsos y menos el cuerpo del abatido. Sus compañeros
se negaron a subir y ante esa firme actitud el piloto accedió
a subirlo.
Como
ejemplar muestra del espíritu que animaba a nuestros
héroes debe destacarse que, por un profundo sentido
en la preservación de la Fe y de los símbolos
de la Patria, en pleno combate se rescató la imagen
de la Santísima Virgen Stella Maris, que permanecía
intacta en su puesto del puente de mando, y el pabellón
nacional.
El
24 de mayo a las 18 horas el cabo Benítez fue inhumado
en Puerto Darwin con las honras fúnebres correspondientes.
Formó personal superior y efectivos del Ejército
y de la Fuerza Aérea, además de los tripulantes
del Guardacostas "Río Iguazú'.
Con fecha 22 de mayo de 1982 Benítez fue promovido
"post mortem" al grado de Cabo 1º , distinguiéndose
su accionar con la medalla "La Nación Argentina
al Muerto en Combate".
A
las banderas de ambos guardacostas se les otorgó
posteriormente la distinción "Operaciones de
Combate", "Prefectura en Malvinas" y una
condecoración de la provincia de Santa Fe, consistente
en una medalla con la inscripción "El Gobierno
y el Pueblo de la Provincia de Santa Fe a la Bandera que
Combatió en el Atlántico Sur 1982".
El
pabellón del Guardacostas "Río Iguazú",
a su vez, mereció la distinción de "Honor
al Valor en Combate".
El
Cabo Ibáñez, que en las primeras descripciones
hidalgamente quisiera atribuir el mérito de derribar
el avión a su camarada muerto en acción, recibió
la máxima condecoración que entonces se otorgó:
"La Nación Argentina al Heroico Valor en Combate".
El
personal que resultó herido fue distinguido con la
medalla "La Nación Argentina al Herido en Combate",
y todos los que participaron en las Islas Malvinas y en
los espacios aéreos y marítimos fuera de las
doce millas náuticas del continente recibieron el
distintivo "Operaciones en Malvinas" y "Prefectura
en Malvinas".
La
pequeña imagen de Stella Maris, Patrona de la Prefectura
Naval Argentina, venerada a bordo del GC83 "Río
Iguazú" y que tanto lo protegiera, se encuentra
rescatada en el atrio de la Capilla Nuestra Señora
de la Esperanza, sede de la Capellanía de la Prefectura
Naval, en Puerto Madero.
Los
dos guardacostas se quedaron para siembre en las islas como
mudos custodios del cabo Benítez a la espera de ser
devueltos al continente solamente con el juicio de los justos.
Acompañé
a Raúl Ibáñez hasta el Palco Oficial,
lo deje en la escalinata y me fije como cuidadosamente se
ubicó en el fondo, mire alrededor y tome conciencia
de con que liviandad usamos la terminología "héroes"
que al igual que con el uso de antibióticos nos deja
inmunes y cuando necesitamos aplicarlos verdaderamente parecen
que no cumplen el efecto necesario.
Gracias Raúl.
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