Cada
7 de junio, como una obligación auto impuesta debemos
analizar qué dirección tiene nuestro trabajo,
cual es su velocidad y principalmente con qué tipo
de obstáculos nos estamos encontrando. ¿Estamos haciendo lo suficiente y bien... o solo
hacemos la plancha en un mar turbulento en donde nuestros
esfuerzos son en vano?.
A comienzos del siglo XIX había unos pocos periodistas,
no más de siete y un puñado de medios que
no pasaban de cinco. Pocas editoriales, notas cortas tipo
twits y comentarios de los periódicos que traían
los barcos con noticias de hace muchos meses.
Los panaderos entraron en conflicto con el incipiente gobierno
por los precios - en 200 años seguimos igual-
y tuvieron desgastantes reuniones para solucionar el problema.
Uno de ellos como prueba de buena voluntad donó un
esclavo negro al estado para ser usado en la defensa del
fuerte.
Esa noticia fue elogiada por la prensa de la época
como un acto positivo.
En los años 60 un delfín desorientado ingresó
al Paraná donde fue capturado por unos pescadores
y exhibido como una gran hazaña. La información
salió en una revista local calificando de proeza
ese acto repudiable.
Hoy a nadie se le ocurre matar un delfín, bueno algunos
si pero son una minoría. La sociedad se encuentra
redefiniendo el concepto de "persona" entre otras
cosas.
Durante la época del "Comisario" un iluminado
contrato a Bernardo Neustadt
para que de una charla el día del periodista. Un
controvertido personaje que no es a ciencia cierta el mejor
ejemplo de honestidad profesional.
Historias de estas puedo traer a montones pero lo importante
es razonar si somos los mismos que reaccionamos distinto
a iguales situaciones o si por el contrario estamos siendo
moldeados por la velocidad, el contexto tecnológico
y los profundos cambios sociales que ni Lakoff pudo enmarcar.
Hoy nos encontramos en el dilema si podemos juzgar plenamente
fuera del contexto temporal.
Tiempos en los que la noticia termina
siendo posicionada por el perfil ideológico del lector
termina poniéndonos en la disyuntiva de para quien
estamos escribiendo y si no estamos llevando agua a molinos
equivocados.
Saber dónde estamos parados es tan importantes como
saber que vamos a decir y a quien.
Terminamos siempre siendo tironeados por alguien con la
idea que le podamos ayudar a llevar agua a sus molinos.
Y los dueños de los molinos son siempre poderosos.
Primero te sugieren, después te presionan y luego,
cuando ven que no pueden lograr su objetivo, impedirán
que tu agua llegue a otro destino. ¿A cuantos molinos debemos
abastecer para no dejar de ser periodistas?
El autoritarismo en la época de la dictadura era
muy peligroso, extremadamente peligroso, pero previsible
si uno ya tenía cintura. Pero el autoritarismo ejercido
en épocas de sistemas democráticos - de cualquier
bando - es mucho más dañino porque termina
haciendo lo que a los otros les quedo inconcluso.
Orbita "Ricitos de Oro" es un término
coloquial para designar a un planeta ubicado en la zona
habitable de una estrella. A menudo el término se
usa específicamente para los planetas con un tamaño
similar a la Tierra.
El nombre viene de la historia de Ricitos
de Oro y los tres osos, en el que una niña
elige de entre un conjunto de tres artículos, haciendo
caso omiso de los que son demasiado extremos (grande o pequeño,
caliente o frío, entre otros), y eligiendo el del
medio, que resulta ser lo más conveniente para ella.
Del mismo modo, y siguiendo este principio, un planeta Ricitos
de Oro sería uno que no se encontrase ni demasiado
cerca ni demasiado lejos de su estrella para excluir a la
vida tal y como la conocemos.
La polilla vuela en derredor de la llama encandilada
por su brillo y calor, pero con el tiempo y por distintos
motivos, la órbita comienza a decaer y termina con
sus alas quemadas retorciéndose en el suelo.
Que hace que la polilla termine quemada. ¿No se?
Quizás ese momento de gloria de estar tan cerca del
poder vale por siglos en el ostracismo de la oscuridad.
No estoy seguro me cuesta ponerme en la mente de una
polilla.
Siempre que sea posible hay que mantener la órbita
justa o sea "Ricitos de Oro", pero si no
se puede, porque no tenés la fuerza necesaria, porque
los obstáculos son muchos o porque tu lucidez o estabilidad
emocional no te permite mantener el rumbo, hay que tomar
una decisión crucial y en el momento justo.
En ese caso hay que preservar los recursos y hacer todo
el esfuerzo posible para adentrarse en la oscuridad y salir
de la atracción mortal que implica caer en la órbita
del no retorno. Siempre se puede
volver y si no nadie nos saca la satisfacción
de mantener las alas puestas y no tener que arrastrarnos
por el suelo.
DECLARADO: de
interés Municipal - dec. 462/99 - de interés Legislativo
- Resolución 1728/19 - (c) Hecho el deposito que establece la
ley Nº 11723 - RNPI Nº 915167 / 2011
- Ver. 3.0- 2019