Desde tiempos inmemoriales, en nombre de los demás se han hecho barbaridades de todo calibre. Siempre con la justificación que era para nuestro bien. En muchas oportunidades, por no decir, por miedo a exagerar, casi siempre, sin que alguien les hubiera pedido ayuda alguna.

Fueron y son los iluminados que afirmaban que no estábamos capacitados para resolver nuestras dificultades. Para que preguntar y perder el tiempo? dentro del marco de la legalidad todo es mas lento. Así comenzaron los atentados, de cualquier signo y color, contra el orden constituido y las reglas establecidas.

Y el tiempo corrió.

Pero después la legalidad les quedo chica y comenzaron a alterar los códigos que dan basamento a nuestra propia existencia nacional.
Lo que no sirve se cambia, se modifica o se descarta. Claro que estamos hablando de lo que no sirve para ellos, no para nosotros.

Me quiero quedar un período mas pero no se puede? la gente me lo pide. Quiero ser candidato pero no tengo los requisitos? la gente me lo pide. Soy candidato solo por figurar?. que importa. Soy candidato, hago la campaña con miles de promesas y renuncio el día de la asunción? que importa, la gente después se olvida, además el puesto no es de ellos, es del partido. No presente ningún proyecto en mi gestión? Para que?... lo hizo otro y yo levante la mano.
Podríamos enviciarnos y abrir el abanico cuanto quisiéramos y encontraríamos situaciones similares.

En la antigüedad cualquier anomalía física era signo de castigo divino. La epilepsia, deformaciones o la locura entre otras cosas. Era algo sumamente cruel y estigmatizarte que se tomaba con terrible resignación.
Los impuros eran desterrados y nadie se animaba a tocarlos.