Parece que fue ayer, esos momentos que
mantenemos tan frescos en nuestra memoria, tan cercanos
que parece mentira que haya pasado tanto tiempo.
El olor del plástico de las cartucheras
nuevas, el polvo de las tizas revelado por el haz de luz
que entra por la ventana, y el emblemático guardapolvo
blanco. Pero sobre todo, el ícono fundamental de
nuestra historia: la señorita. Digo señorita
porque así las llamábamos.
Tan imponentes como las historias que
compartían, como los cuentos que nos leían.
A veces, pensábamos que eran sobrenaturales. No
sangraban, no transpiraban, no decían malas palabras.
Siempre impecables. Y si a eso le sumábamos que
eran lindas, ni se diga.
Gracias por curarnos las raspaduras en
el patio, por enseñarnos las primeras herramientas
de la vida, y por brindarnos afecto sin pedir nada a cambio.
Gracias por ser instructoras, formadoras,
psicólogas, enfermeras, nutricionistas, y todo
lo que se necesitara en el momento justo.
Muchas de estas señoritas ahora
solo viven en nuestros recuerdos, son parte de la historia
que vivimos y que apenas podemos recordar. A veces, el
destino se apiada de nosotros y nos regala momentos indescriptibles
que nos permiten retroceder en el tiempo, sentir el recreo,
oler el pizarrón, y percibir el aroma de flores
cortadas en un vaso de vidrio, al encontrarnos con una
"señorita".
El pasado 20, en el HCD de Escobar,
frente a un recinto repleto, se distinguió a Nelly
Seminari como personalidad destacada del Partido de Escobar
en el ámbito de la educación. Parece que
fue ayer, que el tiempo no ha pasado, porque Nelly se
paró frente a nosotros como siempre lo hizo, solo
faltaba el pizarrón y, por supuesto, su emblemático
guardapolvo blanco, y sentí en mi entorno el mismo
murmullo: "Gracias, señorita".
Pero hay otra generación
de señoritas y maestros. La de nuestros hijos y
nietos, que con otras problemáticas, con otras
funciones y ante un mundo completamente nuevo, a veces
luminoso y muchas veces cruel, también merecen
nuestro agradecimiento y sobre todo el reconocimiento
por la función de formar la materia prima de la
sociedad del futuro.
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