Esta
nota forma parte de la edición impresa de El Sitio de Escobar
de Abril de 2015
Sociedad
| Entrevista
| Escobar, mayo de 2015
Martín
Olesen
Pastor de la Iglesia Luterana Danesa de Tandil
El
peor de los amaneceres
|
5.30 del 21 de abril de 2013 |
Esa noche la vida de Martín cambió radicalmente.
Su hija de 17 años nunca llegó a casa. Un
accidente automovilístico se la llevó y
en su lugar dejó un vacio imposible de llenar.
El chofer que la transportaba estaba alcoholizado.
Parado desde el dolor y sin resentimiento, Martín...trabaja
para que otros no pasen por lo mismo. Con recursos propios,
escasos y en algunos casos sin nada realiza charlas de
"concientización" procurando aferrar
los jóvenes a la vida.
El motor de su cruzada que garantiza el éxito de
lo que hace es, una profunda fe religiosa y un convencimiento
total que esa, y no otra, es su misión en la vida.
por Jorge
Carusso
Este
pastor tuvo la capacidad de levantarse del más
profundo dolor que un ser puede sufrir. Mientras nosotros
solo podemos imaginarlo, el ya lo sabe... y sabiéndolo
hace todo lo humanamente posible por impedir que otro
pase por lo mismo.
No es una entrevista. Es una charla de café con
un hombre que no da entrevistas y cuenta como encontró
una razón para seguir viviendo después de...
el peor de los amaneceres.
"Como
padre debí despertar a mis otros hijos y decirles
la verdad. ¿Será un sueño, será
realidad?. También desperté a mis padres
y se lo tuve que contar, abrazar y llorar. Hermanos sin
hermana, abuelos sin nieta, padres sin hija, tíos
sin sobrina, primos sin prima, amigos sin amiga, escuela
sin alumna, iglesia con un lugar vacío, bailarín
sin compañera, piano sin pianista. Son demasiados
vacíos para una sola mañana. Y duele, duele
mucho. Mi problema el día anterior era que el auto
no arrancaba. Para este otro problema no hay mecánico,
ni médico, ni cirujano; es irreversible."
Empecé
con el tema de la seguridad vial luego de la pérdida
de mi hija. Al año, la Cruz Roja presentó
en Tandil un proyecto para trabajar temáticas de
seguridad de alcohol, jóvenes y conducción.
Ya tenía una idea de hacer algo así por
eso me presenté, aprobaron el proyecto y comencé
a dar las charlas. Al principio acompañé
a la Cruz Roja y después seguí solo. Estas,
no son charlas de seguridad vial, sino de concientización.
Si bien no soy un experto en seguridad vial, me considero
un concientizador del tema.
No necesito explicarles a los chicos que significa cada
uno de los colores del semáforo pero ¿Por
qué pasamos en rojo? ¿O por qué con
el amarillo aceleramos en lugar de frenar?
Trato
de concientizar que detrás de cada decisión
que uno toma como conductor, como peatón, tiene
sus consecuencias. Como sucede en la vida.
Cuando empecé a dar las charlas, me llamó
la atención que me pidieran darlas en otros lados.
Fueron creciendo tanto, que al día de hoy tengo
unas 100 charlas pedidas en 40 ciudades del país.
"Mi
problema el día anterior era que el auto no arrancaba.
Para este otro problema no hay mecánico, ni médico,
ni cirujano; es irreversible."
En
las charlas, primero hablamos de normas de seguridad vial
de un modo muy ameno. Luego, sobre el consumo de alcohol.
Ahí, los chicos nos cuentan que es lo que toman,
donde y cuanto gastan. Después, sobre las consecuencias
que trae a la hora de conducir. Como actúa en el
cuerpo y como reacciona en él a la hora de estar
en un automóvil.
También
damos estadísticas. Son durísimas. Es la
principal causa de muerte en los jóvenes. El 45%
va a morir en un siniestro vial y del 70% de los casos,
el alcohol fue el detonante. Se pierden miles de vidas
de jóvenes. Si se puede evitar, no es un accidente.
El 95% de los que nosotros llamamos accidentes de tránsito
no lo son. Tiene una causa humana detrás. Imprudencia,
negligencia, son tomas de decisiones.
Si vos te subís a un auto que sabes que no está
en condiciones y sucede que no frenó, ¿es
una causa mecánica?. Fue el ser humano que nunca
revisa los frenos, que está en contra que le pidan
la verificación técnica, que lo paren en
un control policial. Eso tiene sus consecuencias.
Uno
decide concientemente no usar el cinturón de seguridad,
o que los chicos vayan sentados en el asiento delantero
y pienso ¿como nosotros los padres, siendo que
lo que más queremos es a nuestros hijos, permitimos
que hagan lo que quieran?.
El asiento del copiloto es considerado como el asiento
de la muerte por que está más expuesto a
tener siniestros viales graves. Nosotros que hacemos,
ponemos a los chicos ahí. Son decisiones por las
cuales después te vas a lamentar.
Luego
comparó lo que llamamos inseguridad (robo, asaltos,
violaciones, secuestros, etc) con lo que es la inseguridad
vial. La relación de fallecimiento es de 20 a 1.
Cada vez que muere una persona por inseguridad, 20 mueren
en la calle. A esos los naturalizamos siendo que no son
causas naturales de muerte, son causas humanas. Así
como es terrible que un ladrón entre a una casa
y mate, también lo es que un tipo pase un semáforo
en rojo y mate o decida tomar alcohol y manejar.
Digo,
¿qué hacemos con la inseguridad?. Hacemos
de todo. Ponemos alarmas, etc.
Si la relación es 20-1, ¿Donde están
esos 20?. Nadie los quiere ver. Son 5 Malvinas por año
en Argentina. Son 21 muertos viales por día. Solamente
se contabilizan los muertos viales en las primeras 48
horas desde el siniestro vial hasta el fallecimiento.
La licencia es una fuente de recaudación de los
municipios. En España, el curso es de 40 horas.
Hay que manejar durante 80 kilómetros con el instructor
al lado.
Me
contaron que en Holanda, se presentó un proyecto
de trabajo de seguridad vial a 60 años. Dicen que
antes, este país era peor que Argentina en siniestros
viales. Ahora es el ejemplo a seguir y se logró
con políticas que persisten a un gobierno.
Ellos
desconocen quien soy y que fue lo que me paso en la vida.
Mis charlas se llaman cuidame. Después de ver las
estadísticas, les hablo de un caso real, de una
chica de 17 años que fallece, que iba en el asiento
trasero de un vehículo. El conductor tenía
la misma edad y estaba alcoholizado. El siniestro vial
se produce por un exceso de velocidad. La chica muere
siendo la única victima fatal del hecho. Mientras
les cuento, les presento un video en donde voy mostrando
fotos de chicos pasándola bien. Son fotos de hasta
2 horas antes de su muerte. Acá los chicos se ven
reflejados, porque ven una chica que está con sus
amigos, divirtiéndose. Una amiga de ella, hizo
la música con una letra muy linda y profunda. En
este momento veo sus caras. Comienzan a bajar.
Cuando
termina el video, algunos aplauden, otros quedan un poco
consternados. Ahí es cuando les digo "Josefina
era mi hija".Queda un silencio total...
"En
lugar de decir cuidate, deberíamos decir cuidame
a mí, porque si no volvés, no se como voy
a seguir con mi vida".
La
última etapa de la charla que es la de concientización.
Les digo que es terrible seguir después de esto,
de perder a un hijo. Primero te preguntás si tiene
sentido seguir porque se transforma la vida. Es muy duro.
No sirve que los padres les digan a los chicos cuando
salen que se cuiden, porque ellos son inmortales. No les
va a pasar nada, pero a nosotros si.
En lugar de decir cuidate, deberíamos decir cuidame
a mí, porque si no volves,
no se como voy a seguir con mi vida.
Si
no vuelven, no podrían imaginar un día sin
ellos. Son extremadamente importantes. Son joyas únicas,
valiosas e irrepetibles y que los necesitan muchísimo
no solo los padres, sino todos sus seres queridos.
Después,
reparto un afiche con la cara de mi hija para que los
chicos la vean y piensen en que no quiero otra Josefina.
Con
el tiempo, gracias a las charlas, me di cuenta, que ese
otro hijo que podría llegar a perder, puede ser
alguno de los chicos que tuve enfrente. No lo tolero,
ni lo soporto porque se puede evitar. Se lo que sufrirían
esos padres, por algo que no tendría que haber
sucedido.
Soy
pastor desde el año 1997. Mejoró muchísimo
mi relación con Dios porque él te da la
fe que necesitas en cada momento. Dios no me la quiso
quitar, el no la mató. La está cuidando
por eso ya no velo más por mi hija. Añoro
el día en que pueda darle un abrazo porque no pude
hacerlo para despedirme de ella. Se que el día
que Dios me llame, voy a tener la oportunidad que no tuve
hasta ahora.
Esto también se los digo a los chicos, que tomen
conciencia acerca de lo que significa para una persona
añorar un abrazo. Yo lo necesito y lo voy a sentir
toda la vida. No me voy a apurar porque no voy a decidir
sobre mi vida.
Después que te pasa lo que te pasa, yo tengo un
plus, porque perder un hijo es tocar fondo. De ahí,
todo tiene que ir hacia arriba. Mi vida no puede ser mediocre.
Necesito que tenga sentido por eso hago esto. Siento un
llamado de Dios. La fe es mi sostén.
Tengo
paz porque estoy convencido que mi hija esta bien.
Los fallecidos quedan con los años que tienen.
Mi hijo de 5 años este verano me hizo esta pregunta:
-¿Papá, cuantos años tiene Josefina?.
-17.
- ¿Y no tiene más cumpleaños?.
-No. En el cielo no se cumplen mas años.
Los chicos con los que estoy tienen entre 15,16 y 17 años.
Yo la veo a ella. Y veo que son super tiernos. Cuando
los veo lloriqueando, vienen y me abrazan, dan aplausos
que no paran.
Siento que Josefina está presente.
Pienso, imagino y sueño que desde el lugar donde
se encuentra, ella está orgullosa de lo que hace
su papá. Yo se lo digo a los chicos y ellos se
transforman en mis hijos porque en las charlas abren su
corazón. Te cuentan lo que hicieron el fin de semana.
En
un momento me pregunté ¿qué estoy
haciendo acá? ¿por qué voy a hacer
charlas y no me quedo en mi casa?. Porque se me murió
una hija en un siniestro vial. La causa principal fue
que el conductor estaba alcoholizado.
Estoy
diseñado y programado para pararme frente al público
y hablarle. Tengo un mensaje bien concreto para dar a
los jóvenes. Siento que es un llamado de Dios en
donde él me dijo "andá y hablale a
los chicos y mi respuesta es si, vamos, lo hago."
Martín
recorre escuelas tratando de aportar una solución.
Pequeña, humilde, pero tremendamente efectiva ante
la inacción reinante sobre los grandes males que
nos traspasa a todos. Busca ovejas descarriadas que están
a punto de cometer un acto que puede cambiar su vida,
la de la persona que lleva en el asiento del acompañante,
la de sus padres, amigos o la de cualquier desprevenido
que se cruce en su camino.
No esperemos grandes soluciones de corazones fríos.
Apoyemos a aquellos hombres comunes que traen, soluciones
concretas, para sumarlas a otras soluciones y así
formar una sociedad justa y... que ese Dios que Martín
tanto quiere, se pueda sentir orgulloso de las criaturas
que creó.
"A
los chicos les termino diciendo: Hoy vine a esta escuela,
para contarles que mi fecha más importante es el
21 de Abril de 2013 a las 5:30 de la mañana.
Estoy para rogarles, implorarles y suplicarles que
no les pueden dar una fecha así a sus padres.
Ahí termina la charla"
Esta
nota forma parte de la edición impresa de El Sitio de
Escobar de Abril de 2015
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